la pequeña María Juliana para saber cómo está y, tras cuatro meses de tratamiento, ya hay muy buenas noticias.
Hace cuatro meses , les contamos el caso estremecedor de María Juliana, una bebé de dos años y medio que quedó cuadripléjica mientras jugaba en su cuna. El pasado 19 de agosto, en medio de lágrimas y con la voz entrecortada, su madre describió la difícil condición médica de su hija.
La niña perdió la sensibilidad de su cuerpo mientras jugaba en la cama de sus padres, un accidente que la dejó completamente inmóvil.
“El pasado 24 de junio estaba saltando nuestra cama, saltos muy leves, cuando de un momento a otro, dando botes y brincando, saltó a su cuna. Ella no se golpeó su cabeza, no cayó al piso, simplemente la recibió el mismo colchón de la cuna”, relató su madre.
Camila le contó a Noticias Caracol su difícil situación y clamó porque alguien se encargara de la recuperación y tratamiento de la pequeña Juliana y esa ayuda llegó desde la sucursal del cielo, Cali.
“Todo este equipo se lo quiero ofrecer como cumpleaños, no tiene que pagar nada, mandaremos la ambulancia, los médicos, los fisios”, prometió Carlos Canencio, CEO de Biomedical.
El 31 de agosto, día en que cumplió tres años de vida, María Juliana comenzó el tratamiento y que mejor celebración que con una gran torta de Minnie y este bipedestador obsequiado por Biomedical para la recuperación.
“Seguimos acá con sus terapias, con el bipedestador, que fue un gran detalle de su parte. La niña se ha sentido muy cómoda, le ha gustado estar de pie, se le facilita para su postura, de su columna. Qué gran gesto, el suyo, doc”, manifestó Julián David Salamanca, padre de María Juliana.
Los padres se convirtieron en terapeutas y la sala de la casa fue acondicionada como centro de rehabilitación donde, con paciencia y amor, comenzaron el tratamiento. En medio de juegos y sonrisas, con el paso de los días María Juliana comenzó a mover sus extremidades, algo impensable semanas atrás.
Día tras día, María Juliana empezó a mostrar grandes avances como por ejemplo sostener su propia cabeza y mantenerse sentada sin la ayuda de nadie, pero eso sí, que nadie le diga que es una bebé porque ella tiene tres años y ya es una señorita.
Ya son cuatro meses de terapias, de tratamientos, de recibir ayudas de muchas personas que desean con anhelo volver a ver a María Juliana saltar y correr por sus propios medios.