Colombia habló con Gustavo “Nito” Montecchia, guitarrista de la agrupación argentina que se presentará en el Movistar Arena de Bogotá el 28 de abril, y en el Teatro Universidad de Medellín el día 29.
Dentro del denominado movimiento “alterlatino” de los años noventa, donde el rock en español estrechó lazos con sus propias manifestaciones folclóricas para generar fusiones musicales hasta entonces impensadas e inspirados en el espíritu del rock alternativo entonces en su apogeo a nivel mundial, Los Auténticos Decadentes jugaron un papel muy especial para difundir esta forma más abierta de entender la creación musical.
A lo largo de la década se ganaron el cariño de toda América Latina por su capacidad de incorporar en su base musical inspirada en el ska elementos de la cumbia, el cuarteto, el bolero o la canción romantica en auténticos clásicos como Loco tu forma de ser, La guitarra, Corazón, Entregá el marrón o Los piratas al punto que sus canciones se volvieron la base de los cánticos de una amplia variedad de barras bravas en la región hasta hoy, además de alcanzar en su día una amplia difusión en MTV Latinoamérica.
La relación de Colombia con Los Auténticos Decadentes ha sido muy cercana. Se han presentado en tres oportunidades en Rock Al Parque (1996, 2004 y 2022) además de dar conciertos en solitario con regularidad en nuestro país. Aunque no han publicado nuevo material original desde el 2014, se han mantenido en movimiento en otros proyectos donde revisan su catálogo anterior, como sucedió con el Unplugged que grabaron para MTV en el 2018. Actualmente se encuentran presentando su trilogía ADN, compuesta por tres álbumes de estudio integrados unica y exclusivamente por versiones de otros artistas que incluyen una selección variada entre Los Tigres Del Norte, Alaska y los Pegamoides, Luis Alberto Spinetta o The Cure, con invitados igualmente variados donde destaca la presencia de una colombiana: Andrea Echeverri de Aterciopelados, quien interpretó junto a la banda Se me ha perdido un corazón, original de la cantante de cumbia argentina Gilda, y que sirvió como adelanto del álbum N, el último de la trilogía que está próximo a lanzarse.
Colombia habló con Gustavo “Nito” Montecchia, guitarrista y miembro original de la agrupación sobre la trilogía ADN, sus próximas presentaciones en Bogotá el 28 de marzo en el Movistar Arena y en Medellín (primera vez en su carrera) el día 29 en el Teatro Universidad de Medellín, y de algunas de sus experiencias tocando en Colombia.
No se ha cumplido un año de la presentación de los Decadentes en el Festival Cordillera y ahora tendrán una presentación solos en el Movistar Arena de Bogotá, y además darán su primer concierto en el Teatro Universidad de Medellín. ¿Cómo se sienten.
La verdad es que estamos con mucho entusiasmo, porque la última vez que estuvimos en el Festival Cordillera nos dimos cuenta del cariño del público durante el show, y después también cuando salimos a dar una vuelta con Cucho Parisi (cantante de la banda) por el puesto de merchandising y recorriendo los escenarios, Recibimos muchas demostraciones de cariño muy genuinas de la gente en ese momento. Estamos deseando hacer estos shows, en especial en el Movistar Arena porque nunca hemos dado un show tan grande en Bogotá. Para nosotros representa un desafío porque si bien hemos tocado muchas veces en lugares así, en Bogotá va a ser todo un hito en nuestra carrera porque vamos a presentar la trilogía ADN completa. Va a ser un show donde alternaremos con canciones de siempre y temas de estos tres discos, así que para nosotros va a estar buenísimo. Tengo toda la fe y la expectativa en eso.
¿Cambia mucho para ustedes el hecho de tocar en un festival que en un concierto “solos”, sabiendo que todos los presentes están ahí por ustedes.
Y mira, cambia bastante, pero lo que cambia es el contexto, como que podés tocar muchas más canciones. En los festivales hay un espacio de tiempo más acotado. Sin embargo, fue una experiencia muy linda en el Cordillera porque venía mucha gente de un escenario al nuestro a vernos, toda esa multitud de gente. Eso fue re lindo, pero siempre son experiencias distintas. Y aparte siempre hay que ver que en un festival hay gente que no es específicamente tu público. Para los próximos shows es como que la gente que viene está más al corriente y al tanto de toda la música que hacemos nosotros, entonces es un compromiso más fuerte con ellos que son nuestros fans, nuestro verdadero público.
¿Recuerda cuándo y cómo fue el primer concierto de los Decadentes en Colombia?
Por supuesto. Estuvimos en la segunda edición de Rock Al Parque, en 1996. Me acuerdo que tocamos con Aterciopelados, y recuerdo que en ese momento no tenían la infraestructura que hay ahora. Era un Festival mucho más chico, recién estaban empezando y hubo algo que me sorprendió totalmente, y es que no había iluminación. Cuando tocó Aterciopelados comenzó a anochecer y todo se apagaba porque no había iluminación sobre el escenario. Nos hicimos bastante conocidos ahí porque comenzaron a escucharse los temas de Mi Vida Loca (1995) como La Guitarra, más o menos para esa época.
Recuerdo que cuando nos subimos al escenario lo primero que hicieron fue recibirnos con el grito “5 a 0″ (en referencia al partido en que Colombia venció a Argentina por ese marcador en el estadio Monumental de River). Yo pensaba “empezamos mal” (risas). Pero fue muy divertido, no lo sentí para nada ofensivo. Y mira cómo cambian las épocas, porque en ese disco grabamos un tema que se llama Corazón y que es a ritmo de cumbia, y el público en Rock Al Parque era muy roquero. Todavía la cumbia no estaba tan aceptada como para fusionarse, al menos allá. Claro que aquí en Argentina también nos costó. Lo cierto es que comenzamos a tocar Corazón, pero a la gente no le gustó mucho. Pero con el paso del tiempo los ritmos colombianos se fusionaron con el rock y salieron grupos como Sidestepper o Systema Solar… Se fusionó un montón y ver cómo fue cambiando eso me trae un muy buen recuerdo.
¿Cómo se originó la idea de hacer esta trilogía ADN?
Nosotros terminamos una gira en el 2019 en México y aprovechamos unos días para meternos en el estudio y hacer las primeras canciones de lo que pensábamos iba a ser un disco de covers. Comenzamos con ese concepto y esa premisa, simplemente. Elegimos algunas canciones y grabamos la primera versión que fue Golpes En El Corazón, un tema de Los Tigres Del Norte que grabamos con Natalia Lafourcade. Ella estaba justo en el estudio de al lado, lo que fue una cosa muy linda y graciosa. También grabamos Luna de miel en la mano de Virus, ¡Ay que dolor! de Los Chunguitos, creo que también grabamos Bailando de Alaska y los Pegamoides y algún otro.
La idea era grabarlo todo en el estudio y que sonara todo bien orgánico, pero se vino la pandemia y el trabajo quedó por la mitad. La manera de mantenernos comunicados durante la pandemia fue grabar, aunque sea cada uno en su casa. Ir armando ese rompecabezas que son las canciones, intercambiando ideas y demás, e incluso participaciones. En el caso de Natalia fue más orgánica porque estaba en el estudio de al lado, vino, cantó y listo. Pero algunas otras se hicieron de forma remota porque no existía otra posibilidad. De todas maneras, siempre fue muy lindo hacerlo, compartir nuestra música con tantos artistas que admiramos.
Muchas de estas son canciones que los inspiraron, o realizadas por artistas que los inspiraron ¿Cómo se fueron escogiendo las canciones?
Lo lindo de esto es que tuvimos la oportunidad de hacer canciones que pensamos que las podíamos hacer bien y que dentro del gusto amplio que tenemos coincidimos mucho en lo que son nuestras influencias. Sobre todo, pasaba con bandas icónicas de los ochenta de Argentina, otras muy tradicionales e incluso hubo casos donde les preguntábamos a otros artistas como “Che, ¿Qué canción te parece que los Decadentes podrían versionar y quedaría bien?”. En eso, por ejemplo, Sergio Rotman de Los Fabulosos Cadillacs nos dijo “Bailando” de Alaska, entonces probamos y nos gustó el resultado. Después había algunas que siempre tocábamos en alguna improvisación en el estudio como Oro o Golpes Del Corazón… Todos tuvimos la posibilidad de aportar ideas, canciones, y creo que a la mayoría le dijimos que sí, por eso quedaron tantas canciones. Por eso fueron tres volúmenes.
Uno de los adelantos más recientes del capítulo N fue con Andrea Echeverri. Esta canción (Se me ha perdido un corazón) es una reversión de un tema de Gilda, que bien podría considerarse como la Selena del Cono Sur. ¿Por qué esta canción en particular? ¿Y por qué Andrea Echeverri?
La canción en sí, porque es bien emblemática y Gilda tiene una significación bastante al estilo de Selena, en efecto. También tuvo una muerte trágica y demás, quedó como una especie de santa en Argentina. Nos gustó la canción y la interpretación, sobre todo, porque Andrea la cantó de una manera completamente distinta a la de Gilda. Esa nueva melodía y esa nueva interpretación le dan una nueva vida al tema y eso es muy lindo. Por ahí Andrea no conocía tanto a Gilda, y eso es lo interesante de todo esto.
Dentro de las canciones también escogieron algunos boleros para esta trilogía, Gastón “El Francés” Bernardou decía en una entrevista que el bolero también estaba muy cerca al corazón de ustedes igual que la cumbia. Siendo Colombia el país donde se origina la cumbia, ¿Reversionaron alguna cumbia colombiana para este capítulo final?
No, en realidad no. Pero si es cierto que la cumbia, el bolero y la canción romántica están muy en nuestro ADN. Eso se puede notar al escuchar nuestras canciones.
Después de este periplo de más de tres años haciendo estas versiones y revisitando estas canciones ¿Qué tanto les aportó en su proceso creativo el sacar esta trilogía?
Yo creo que fue muy interesante en varios sentidos, en el sentido de poder reversionar a nuestra manera las canciones, el hecho de preguntarnos cómo íbamos a estar a la altura de las canciones a nivel musical. Por otro lado, también están las participaciones o las colaboraciones, y también está algo que a mí me gusta mucho que es que, ponelé, haces una canción que sea conocida en México y no sea conocida en Argentina esperando la reacción de la gente. Podés sumar a Colombia o Chile ahí o hacerlo a la inversa. Al final lo que hacemos es unir todo a través de la música, entonces hicimos esto como tendiendo redes, pensando en que la música es una sola y que más allá de que las canciones son más conocidas en un lado o el otro, al final hacen parte de un mismo folclor.
Desde que se juntaron por primera vez como banda en 1986 ha pasado bastante tiempo. ¿Cómo se puede sostener una carrera tan larga y un nivel de convocatoria tan alto en América Latina? ¿Cómo es adaptarse a los cambios de formación que son inevitables luego de tantos años, y más tratándose de una formación con tantos músicos?
Lo que pasa es que nosotros funcionamos como una familia numerosa. Y si, somos un montón, somos doce. Pero no cambiamos tanto de formación. Tenemos la misma formación más o menos desde 1997, y anteriormente cambiamos de miembros en el baterista y el saxofonista, pero el resto somos los mismos de siempre. En ese sentido, nos fuimos adaptando, a convivir. Nos llevamos bien, y con una cosa o la otra fuimos buscando la manera de funcionar como familia grande, con muchos integrantes.
Además de ADN, ustedes se han mantenido revisando su catálogo propio como ocurrió con el Unplugged. Eventualmente van a volver a componer nueva música, pero, ¿Ya tuvieron esa conversación?.