El dólar alcanzó un nuevo récord histórico en el mercado interbancario colombiano. Durante la última jornada del viernes, la divisa estadounidense llegó a un máximo de 4.209,99 pesos, un precio nunca visto hasta ahora, y con base en el promedio del día, la tasa representativa del mercado (TRM) que rige hasta el martes es la más alta en todos los tiempos, de 4.198,77 pesos.
El dólar viene subiendo en todo el mundo, y hay quienes consideran que todas las monedas en América Latina van a presentar una depreciación durante las próximas semanas por los factores internacionales que afectan sus productos de exportación.
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Por ahora todo pinta a que vamos a tener una época con el dólar caro mientras no se resuelvan estos fenómenos económicos a nivel mundial”, Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo.
De acuerdo con Andrés Langebaek, director ejecutivo de Estudios Económicos del Grupo Bolívar, si se hace un análisis a nivel global, se puede notar un claro comportamiento de todas las monedas que se están devaluando con respecto al dólar.
La tendencia se manifiesta en diferentes mercados y no solamente en el país.
Sin embargo, a la tendencia internacional en los días recientes en Colombia se sumó el resultado de las elecciones, que también presionó a la moneda.
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En síntesis, las fuerzas que vienen impulsando al dólar en el mundo parten de los incrementos de las tasas de interés de la Reserva Federal (Fed, banco central de Estados Unidos), que se han subido para frenar los incrementos de precios en ese país.
Al subir los intereses se frena el consumo y la inversión, lo que hace temer que Estados Unidos entre en recesión, es decir que ese país produzca menos y disminuya el empleo.
La perspectiva de menor producción en una potencia como Estados Unidos lleva a prever que se necesitarán menos materias primas como el petróleo. Lo anterior hace que bajen sus precios y se debiliten las monedas de países que producen las materias primas, y es el caso de Colombia, que exporta crudo.
Así mismo, la posibilidad de la recesión también fortalece al dólar porque se le ve como moneda refugio a nivel global.
Según indica Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, “el 40 por ciento de nuestras exportaciones dependen del petróleo y sus derivados y por ende se manifiesta en el precio del dólar”.
Por su parte, Felipe Campos, gerente de Investigaciones Económicas de Grupo Alianza, dice que en el complicado entorno, lo político se ha incluido en el precio del dólar, pero apuntó que el rumbo de la divisa lo seguirán imponiendo el petróleo y la coyuntura global.
Así, además de los factores internacionales, en Colombia el precio del dólar tuvo un impulso adicional por el resultado electoral. La preocupación por el asunto electoral en el país, dice Langebaek, viene de meses atrás, lo que generó temor en varios agentes económicos y pudo tener incidencia en el valor de la divisa.
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De acuerdo con un análisis de Bloomberg, “la elección de Gustavo Petro en Colombia, el primer presidente izquierdista de la Nación, provocó una liquidación de activos locales y empujó al peso” a mínimos históricos.
Mejía señala que ante la incertidumbre por una elección hay volatilidades, pero considera que con el nombramiento del nuevo ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, este tipo de fenómenos pueden apaciguarse. No obstante, considera que aún faltan elementos dentro del gobierno entrante que pueden contribuir a que los acontecimientos locales ayuden con un freno al alza del dólar.
Sin embargo, los analistas de Bloomberg afirman que “ni siquiera el nombramiento del conocido economista y excodirector del banco central José Antonio Ocampo como ministro de Hacienda esta semana pudo revertir la percepción negativa”.
Si persisten los fenómenos nombrados anteriormente, incertidumbre económica y aumento del precio del petróleo, el dólar continuaría subiendo. Por lo que el fortalecimiento del dólar se convierte en un incentivo para que los inversionistas resguarden su dinero en Estados Unidos y no en economías emergentes, como el caso de Colombia.
“Es difícil pronosticarlo porque estos fenómenos pueden revertirse, pero por ahora todo pinta a que vamos a tener una época con el dólar caro mientras no se resuelvan estos fenómenos económicos a nivel mundial”, añadió Mejía.
Para Langebaek, de confirmarse una recesión en Estados Unidos, seguramente la política monetaria tendría que modificarse en este país. Hasta ahora se han presentado cambios en las tasas de interés, y el mercado tomó estas señales como la posibilidad de que estos incrementos se mantengan.
En consecuencia, si la actividad económica de ese país entra en recesión, estas tasas tendrían que volver a bajar, lo que ayudaría a una moderación en la apreciación del dólar a nivel global y, por lo tanto, a una apreciación de las monedas de países emergentes.
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Las repercusiones del comportamiento del dólar pueden significar impactos tanto para los colombianos de a pie como para los empresarios.
Por ejemplo, para quienes son exportadores, esta es una buena noticia ya que con el elevado costo del dólar se les paga más a quienes venden sus productos en el exterior. Por el contrario, para los importadores es un reto, ya que deben comprar en dólares y elevar el precio de venta en el país.
Para los hogares, hay productos importados que tendrán un costo mayor, por ejemplo, los electrodomésticos o los automóviles.
También se presentan repercusiones indirectas en el aumento del precio de los productos utilizados en casa. Este es el caso de los fertilizantes, ya que si su precio de importación se eleva, esto lleva a que el valor de los alimentos también aumente, lo que afecta al bolsillo de las familias.
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El fenómeno también afecta a aquellos empresarios que tienen deudas en dólares ya que deben pagar más dinero. “Colombia suele ser un importador de trigo, maíz o cebada, por lo que estos son productos que también subirán de precio”, afirmó Langebaek.
Sin embargo, precisó que este no es un efecto inmediato ya que los importadores tienen inventarios que cubrirán durante un tiempo las demandas de los colombianos, lo que compensa un poco el momento en la devaluación del peso que se está afrontando en el país.
El Gobierno emite deuda pública en el exterior, al igual que las grandes empresas, lo que ocasiona que cuando sube el precio del dólar esto implica que el valor de la deuda en pesos también se incrementa. Lo anterior implica que el capital que se debe aumenta y también lo que se paga de intereses.
De acuerdo con Langebaek, si se tiene en cuenta que en el 2020 y 2021 el Gobierno Nacional aumentó su deuda en dólares de manera considerable, se genera una mayor exposición a los cambios que hay en esa moneda, por lo que esta tendencia también lo puede afectar de manera negativa.
En cuanto al balance neto, para los importadores o exportadores, en el contexto actual no es bueno porque el país tiene un déficit comercial bastante alto (las importaciones superan a las exportaciones) y el precio del dólar ha subido desde hace varios meses, lo que, para Mejía, no se ha podido aprovechar por el lado de las exportaciones. Pero considera que los empresarios encuentran en este momento una oportunidad para que se enfoquen en el mercado externo, ya que es cada vez más rentable exportar y canalizar los productos hacia el exterior.
Además, en el corto plazo hay efectos negativos en balance, pero también hay que considerar que los productos que Colombia produce son muy económicos, por lo que podría aumentar sus niveles de exportación. También podría aumentar el turismo en el país ya que con una moneda con bajo costo los visitantes pueden ver una oportunidad para viajar aquí, explicó Langebaek.