Hay tres temas que no dan espera en la agenda nacional de educación para 2023 y para lo que resta del período de gobierno presidencial. El primero es mitigar los efectos de la pandemia en el aprendizaje y el bienestar; segundo, garantizar la trayectoria educativa completa de los niños, niñas, jóvenes y adolescentes, y por último, fortalecer a los docentes y directivos del país.
Estas preocupaciones han sido abordadas por la primera versión del Plan de Desarrollo Nacional (PND) 2022-2026 que presentó recientemente el Gobierno. Para el sector educativo se plantearon 13 apuestas que se orientan en un 31 % a la permanencia, 23 % a fortalecer a los docentes, 15 % al acceso y 8 % a la calidad educativa, mismo porcentaje que tienen la innovación y la tecnología, la formación trasversal y los procesos administrativos.
según el último análisis del Observatorio a la Gestión Educativa Empresarios por la Educación. (Puede ver: Se va terminando el 2022 y este es el resumen de las noticias más importantes)
Frente al primero de los temas hay varias evidencias de la profundidad de las afectaciones de la pandemia en el proceso de aprendizaje. Por ejemplo, la ampliación de las brechas educativas entre colegios públicos y privados que muestran los resultados Saber 11. La diferencia en los promedios globales de los estudiantes se amplió en 35 % entre 2019 y 2021.
Dentro de las propuestas del PND se ha planteado movilizar estudiantes universitarios a los territorios. En este sentido, hay que considerar quiénes serán estos voluntarios.
Hoy, un 79 % de los estudiantes de programas de licenciatura están en niveles bajo y muy bajo de desempeño en razonamiento cuantitativo del examen de egreso Saber PRO. Esto significa que se debe garantizar el desarrollo de ciertas competencias en los estudiantes previo al voluntariado. También hay que tener en cuenta qué estrategias de remediación se implementarán y, especialmente, se debe estimar cuáles fueron las pérdidas en los aprendizajes, y con esta información focalizar los programas de remediación.
En el fortalecimiento de los docentes, segundo tema, el PND habla de dignificar la carrera y la formación docente. Colombia tiene 309 mil docentes y 20 mil directivos vinculados al sector oficial. Ellos son los principales factores que impactan el aprendizaje de los estudiantes, porque un buen docente hace que los y las niñas aprendan más y mejor.
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Algunos puntos que no se pueden dejar pasar frente a los docentes son, primero, buscar que el 18 % de las plazas que se nombran provisionalmente se llenen con maestros en propiedad a través de concurso de méritos. Segundo, crear un sistema de la carrera que aborde todas sus etapas: la formación inicial y en servicio, la atracción y la evaluación. De esta forma, por ejemplo, mediante la evaluación es posible identificar qué áreas necesitan ser trabajadas por el docente a través de la formación continua. Tercero, fortalecer los programas de licenciatura donde se forman los futuros maestros, donde un gran porcentaje de estudiantes no desarrollan competencias aceptables según el examen de egreso.
Finalmente, se resaltó la importancia de garantizar las trayectorias completas de los estudiantes. El PND plantea tres estrategias relacionadas con la permanencia y otras dos con el acceso. Ambos ejes pueden tener consecuencias positivas en armonizar los tránsitos entre niveles educativos.
Una de estas propuestas es ampliar la cobertura del Programa de Alimentación Escolar (PAE). En 2021, 5,8 de los 7,8 millones de estudiantes matriculados en preescolar, básica y media recibieron alimentación. Por lo tanto, para garantizar la cobertura total del programa es necesario que otros dos millones de estudiantes reciban el beneficio.
Este objetivo demanda que el foco de las acciones esté en las regiones que registran menor cobertura, como Guaviare, Amazonas, Sucre, Casanare, Atlántico, Bolívar y Arauca, las cuales se caracterizan por condiciones geográficas que hacen más compleja la implementación de la estrategia.
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Además, buena parte de los esfuerzos del Gobierno debe enfocarse en el tema de la calidad de la alimentación. En 2022, un 53 % de los padres de familia calificaron este aspecto como regular o mala, según la Gran Encuesta de Opinión en Educación de Empresarios por la Educación. La supervisión y el involucramiento de los miembros de la comunidad en el monitoreo del PAE son estrategias necesarias para atender esta deficiencia y mitigar la corrupción que ha enlodado el programa.
Otra propuesta del Gobierno se refiere a la infraestructura. Esta fue una de las apuestas en las que más invirtió el gobierno anterior. El Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa (FFIE) cerró el cuatrienio con 536 colegios nuevos o ampliados, 671 mejoramientos rurales y 12.555 aulas nuevas, mejoradas y especializadas. No obstante, el país aún presenta necesidades frente al mejoramiento de la planta física y tecnológica de las instituciones, entre ellas la legalización de terrenos y garantizar el acceso a servicios públicos.
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Para cerrar, es inevitable resaltar que los objetivos aquí mencionados y los demás que ha presentado el Gobierno Nacional para el cuatrienio 2022-2026 a través del PND son ambiciosos y requieren una evaluación de sus costos. Como lo mencionó recientemente el ministro de Educación, el sector tiene un déficit de más de $2 billones.
Además, según un análisis del Observatorio a la Gestión Educativa ExE, el Presupuesto General de la Nación (PGN) en educación es bastante rígido. En 2023, el 88,5 % de su asignación se dirigió a los gastos de funcionamiento, lo que limita la capacidad de destinar recursos para inversión en calidad. En este contexto presupuestal, el país deberá discutir la reforma del Sistema General de Participaciones (SGP), que es la principal fuente de recursos de la educación en los territorios colombianos para que la inversión educativa sea suficiente, eficiente y equitativa.